Lucas Bernacer, ingeniero aeronáutico: “Los aviones usan sistemas de radiofrecuencia para facilitar aterrizajes seguros”

Antes de que un avión toque tierra, los pilotos recitan una serie de números: 50, 40, 30, 20, 10. Aunque pueda parecer una simple cuenta atrás, estos valores representan mucho más que el tiempo restante para aterrizar. Cada cifra corresponde a la altura real del avión respecto al suelo, medida en pies, y permite a los pilotos saber exactamente a qué distancia están de la pista para ajustar el descenso con precisión.
Para obtener esta información, los aviones están equipados con un radioalímetro, un dispositivo que emite señales hacia el suelo y mide el tiempo que tardan en reflejarse. Este cálculo permite conocer con exactitud la altitud sobre la pista en cada momento, lo que se convierte en un dato crucial para el aterrizaje.
@lucasbernacer 🔊 ¿Qué significa esta cuenta atrás en los aviones? Si alguna vez has estado en la cabina, o has visto un aterrizaje grabado, probablemente has escuchado una voz que dice: “50… 40… 30… 20… 10†justo antes de tocar pista. Hoy te explico qué es el sistema de callouts automáticos en un avión, cómo funciona el radioaltÃmetro, y por qué estas indicaciones de altura son cruciales para que los pilotos realicen un aterrizaje seguro y suave. 👉 ¿Te gustan los aviones, la ingenierÃa y las curiosidades? No olvides seguirme para más contenido. #curiosidades#avion#ingenieria♬ sonido original - Lucas Bernacer
Gracias a estos instrumentos, los pilotos pueden planificar cada fase del descenso. La información del radioalímetro ayuda a determinar la velocidad adecuada, la posición de los flaps y la potencia de los motores, elementos esenciales para garantizar un aterrizaje suave y seguro.
La precisión de estos sistemas es vital, sobre todo en condiciones climáticas adversas como lluvia, niebla o viento fuerte. Cada número de la cuenta atrás sirve como referencia que asegura que el avión llegue al suelo sin sobresaltos, minimizando riesgos y errores.
Además de la seguridad, estos cálculos contribuyen a la comodidad de los pasajeros. Al planificar descensos milimétricos, se evitan movimientos bruscos dentro de la cabina y se reduce la sensación de incomodidad, haciendo que la experiencia de aterrizar sea mucho más agradable.
El radioalímetro y la técnica de descensos escalonados permiten a los pilotos realizar maniobras precisas incluso en pistas cortas o aeropuertos complicados, donde cada pie de altitud cuenta. Esto convierte a la famosa cuenta atrás en una herramienta indispensable para la aviación moderna.
En definitiva, la secuencia 40, 30, 20, 10 no es un simple ritual antes de aterrizar, sino un elemento técnico fundamental. Gracias a la combinación de tecnología avanzada y experiencia de vuelo, cada aterrizaje puede realizarse con exactitud, seguridad y comodidad para todos los pasajeros.
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